Ayer se dió una noticia en nuestro amado deporte de las que sabes que son iledulibles pero que nunca quieres que se cumplan: el anuncio de la retirada de uno de los grandes.
Estamos hablando de un jugador de Equipo ,de esos que por sí solo hace mucho mejor a sus compañeros y que crea un estilo inigualable.
Un jugador
que hizo ley, la famosa frase a Toni Kukoc: “Una canasta hace feliz a un jugador,
una asistencia a dos”
Según esta
premisa nuestro querido protagonista ha hecho feliz a más de 10.000 jugadores en
una cancha desde que juega como profesional en la mejor liga del mundo.
Evidentemente
no se cuenta a las millones de personas que ha hecho feliz observando sus
imposibles e increíbles asistencias.
Un jugador
que por su forma de ser y de desenvolverse en la cancha que ha creado una legión de fans por
todo el mundo.
Señoras y
señores, estoy hablando como no, de Mr. Steve Nash, también llamado “Nasty
Nash”, “Captain Canada” o “Hair Canada”.
AMA EL
FUTBOL Y ELIGIÓ EL BASKET: ALABADO SEA EL SEÑOR!
Este
canadiense nacido en Johanesburgo, de padre inglés y madre galesa, es un
fanático del futbol y lo más “normal” hubiera sido que se decantara por él
Pero no, Steve
Nash decidió que iba a ser jugador de baloncesto. Que iba a jugar en la NBA. Y
de qué manera por Dios!
“Tienes que
diferenciarte de miles y miles de personas de todo el mundo que juegan al
baloncesto. Supongo que lo hice trabajando más duro que otras personas y
creyendo en mí mismo”.
PINCELADAS DE UNA BRILLANTE TRAYECTORIA.
Nash jugó en
Santa Clara antes de iniciar su carrera en la NBA con los Suns, después fué a Dallas
en 1998. Se afianzó como un asistente de 1er orden, mientras jugaba junto a Dirk Nowitzki y
Michael Finley con Dallas, pero regresó a Phoenix en 2004 como agente libre.
Tras una
carrera en la NBA de 19 años , ha sido 2 veces el MVP, también es el tercer
máximo asistente en la historia , con 10.335 asistencias, detrás de John
Stockton y Jason Kidd.
Steve
también es el lanzador de tiros libres más eficaz en la historia de la NBA,
superando la marca de de Mark Price que tuvo una efectividad de 90,4.
Durante
nueve temporadas consecutivas, desde 2001-02 en Dallas hasta la 2008-09 en
Phoenix, Nash fue Top 1 de los “guards” (bases-escoltas), al estar ranqueado
como número 1 de la liga en el aspecto ofensivo.
Fue sin duda
el catalizador de una de los equipos más ofensivos en la historia de la NBA
bajo la dirección del entrenador Mike D'Antoni.
Sus jugadas y puntuación le valieron el reconocimiento mundial y ocho nominaciones al ALL-STAR, incluyendo su última temporada con Phoenix en 2011-12.
Sus jugadas y puntuación le valieron el reconocimiento mundial y ocho nominaciones al ALL-STAR, incluyendo su última temporada con Phoenix en 2011-12.
A pesar de
varios problemas de salud al final de su carrera con Suns, los Lakers lo
contrataron en 2012 por tres años.
Su etapa en
Lakers no fue un camino de rosas, ya que a nivel colectivo , no se cumplió su
sueño de ganar un anillo a pesar de ser miembro de un equipo con opciones a
ello.
A nivel
individual tampoco lo fue: Se rompió un hueso de la pierna izquierda en su
segundo partido y se perdió los siguientes 24 juegos en la campaña 2012-13. La
temporada pasada, más problemas de salud lo apartaron de las canchas. A causa
de dificultades en la espalda, rodilla y el tendón de la corva, Nash jugó solo
65 partidos de un máximo de 164 partidos de temporada regular de las últimas
dos temporadas con los Lakers.
LA RETIRADA.
Steve Nash
ha concedido una entrevista a una radio de Vancouver, TSN Radio 1040, en la que
ha dado a entender que no volverá a jugar al baloncesto: "Desafortunadamente,
el juego en la NBA se ha convertido en demasiado duro para mí. Juego un partido
y estoy fuera durante un mes por los problemas de espalda. Nunca he trabajado
tan duro como lo he hecho en los últimos 18 meses, casi dos años yendo al menos
dos veces al día a trabajar sólo para darme un último año. Y finalmente tengo
que admitir que esto no puede ser".
Nash, de 41
años, ha sido dado de baja para toda la temporada por sus problemas físicos, y
su contrato con los Lakers termina al final de este curso.
LA CARTA:
“Me retiro.
Escuché a
alguien una vez que llega un día en el que nos dicen que no podemos jugar más.
No somos lo suficientemente buenos. No cumplimos los requisitos. Demasiado
lentos, quizá. Cuando eres adolescente con sueños sin límite y una obsesión
creciente, y alguien te dice que esto no va a durar para siempre, es aterrador.
Nunca lo olvidé.
Así que,
¿qué hice? Me mantuve con esa obsesión. Fijar objetivos. Trabajé. Soñé. Me
preparé. Me impulsé hacia más allá de lo normal o lo esperado. Miraba a mi
héroe, Isiah Thomas, y pensaba para mí, “OK, estoy totalmente lejos de ese
jugador pero si mejoro cada día durante 5 o 10 años, ¿por qué no puedo ser tan
bueno como él?”
El regalo más grande tiene que ser haber estado completamente inmerso en mi pasión y luchar por algo que me encantaba tanto — visualizar una escalera, escalar hasta mis ídolos. La obsesión llegó a ser mi mejor amiga. Y eso es a lo que más agradecido estoy en mi carrera. En mi vida entera, de algún modo. Obviamente, valoro a mis hijos y a mi familia más que el juego, pero de algún modo tener a este amigo — esa persecución permanente — me ha hecho lo que soy, me ha enseñado y me ha puesto a prueba, y me dio una misión que es irreemplazable. Estoy tan agradecido. He aprendido tantas lecciones incalculables sobre mí y sobre la vida. Y por supuesto todavia tengo mucho que aprender. Otro gran regalo.
Recuerdo
cuando Dirk y yo no éramos nadie. Solía decir en alguna cena, “¿cómo vamos
nosotros dos a ser alguien en esta liga?” De algún modo hicimos algo de
nosotros mismos. Después de todas las victorias y todas las grandes ocasiones
que hemos tenido juntos por todo el mundo, lo que realmente tiene más
importancia para mí son las largas noches al inicio de nuestras carreras cuando
teníamos que volver al Landry Center en Dallas, para jugar más partidos de
entrenamiento. Dirk y la gran ciudad de Dallas tuvieron su campeonato, y no
podía estar más felices por ellos.
Mi padre era
un atleta que jugaba al fútbol amateur. En el patio o después de los partidos
cuando era pequeño, siempre aplaudía el juego creativo. Siempre apreciaba el no
ser egoístas. Nunca decía, “¡Vaya, tres goles!” sino que decía “brillante
visión para ver a tu compañero venir por detrás en esa jugada” o “qué poco
egoísta al pasarla cuando pudiste disparar. Eso me hace estar orgulloso.” Sé
que no es normal y estoy agradecido.
Cuando firmé por los Lakers, tenía grandes sueños de hacer levantar a los fans y hacer brillar en fuego a esta ciudad. Rechacé ofertas más lucrativas para venir a L.A. porque quería estar en el fuego, y jugar con alto riesgo y alta recompensa en mi último capítulo en la NBA. En mi segundo partido aquí, me rompí la pierna y nada volvió a ser lo mismo.
La primavera
pasada, cuando volví a la pista, me dieron una enorme ovación en el Staples
Center. Era una época oscura de mi carrera y ese gesto será uno de mis mejores
recuerdos. Había mucha negatividad al respecto, pero en mis tres años en L.A.,
nunca he conocido a alguien que no me mostrase otra cosa que no fuese apoyo por
mi esfuerzo. Hay mucha elegancia y señorío en la afición de los Lakers
(Lakerland), y la organización y cuerpo técnico me han dado apoyo
incondicional.
Probablemente nunca volveré a jugar al baloncesto. Es agridulce. Pierdo la esencia del juego, pero también estoy realmente emocionado para aprender a hacer algo más. Esta carta es para cualquiera que haya tomado nota de mi carrera. En el corazón de esta carta, hablo a los niños de cualquier parte que no tengan idea de lo que el futuro depara o cómo hacerse cargo de lo que trae. Cuando pienso en mi carrera, no puedo dejar de pensar en el niño con su pelota, enamórandose. Así es con lo que todavía me identifico e hice durante toda mi historia.
Probablemente nunca volveré a jugar al baloncesto. Es agridulce. Pierdo la esencia del juego, pero también estoy realmente emocionado para aprender a hacer algo más. Esta carta es para cualquiera que haya tomado nota de mi carrera. En el corazón de esta carta, hablo a los niños de cualquier parte que no tengan idea de lo que el futuro depara o cómo hacerse cargo de lo que trae. Cuando pienso en mi carrera, no puedo dejar de pensar en el niño con su pelota, enamórandose. Así es con lo que todavía me identifico e hice durante toda mi historia.
Por último,
Lola, Bella y Matteo, sois el centro de mi universo. Toda mi atención está aquí
para vosotros chicos y siguiendo hacia adelante, no puedo pensar en nada más
emocionate o satisfactorio”.
Steve Nash
En fín, creo
que estamos hablando sin duda de un jugador TOP de la historia de la NBA, con
la maldición de no haber ganado un anillo en la liga como otros mega-cracks que
ha habido en la brillante historia de este deporte , pero sin duda hablamos de un jugador excepcional que aseguró
su lugar en el salón de la fama como uno de los mejores “playmakers” en
practicar este deporte y hombre que hacía feices a las personas...de 2 en 2!
Publicado
por @basketatodoritm
Salu2
anelkianos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario