martes, 2 de junio de 2015

"FOR THOSE ABOUT TO ROCK: WE SALUTE YOU"


Hoy sigo sin oir  bien, me pita el oído izquierdo y tengo taponado el derecho…todo porque ayer un diminuto demonio de 1,58 se le metió entre ceja y ceja que saliéramos todos los acdc-fans con una sonrisa entre oreja y oreja y convencidos que el Infierno no es un sitio tan malo para estar.  
El domingo, la banda de Angus Young, al lado de su inseparable Brian Johnson, fueron como un martillo pilón sonoro que nos dirigían a los feligreses del rock con sus infernales acordes directos a ese añorado infierno del que tanto nos habían hablado y del que toda alma perdida es bienvenida como dice su clásico: "For those about to rock:we laute you"
A su lado, dos viejos conocidos suplían al convaleciente Malcolm Young y al problemático Phil Rudd : Stevie Young, su sobrino, sustituía al primero a la guitarra rítmica, y Chris Slade a la batería.

La noche del domingo, íbamos a saber lo que era quemarse dulcemente en la hoguera de los riffs metálicos de Angus y las poderosas cuerdas vocales de Brian.

LOS PREPARATIVOS
 Los amigos que íbamos, no podíamos ocultar nuestro nerviosismo y era premonitorio que fueramos representados en dos generaciones con mi amigo de toda la vida, Jose, alias "El Niño" que iba "escoltado" con su hijo. 
Y es que allí en el Calderon, en el mismo infierno, encontraríamos multitud de fans entremezclados en varias generaciones, eso sólo significa que el fenómeno AC/DC está por encima del tiempo.
Con la camiseta "pofesional", de riguroso negro , nos fuimos con nuestras "bichas" hacia el Vicente Calderón.

De forma tranquila ibamos hacia la autopista al "infierno", para allí aparcar, en frente de un bar cercano al estadio, con unos riders con Harleys que nos miraban mal, más bien  a nuestras motos, ya se sabe ,al no ser customs (imagino) y es que estos rockeros tienen muy malas pulgas...jajaja


EL PRELUDIO
Llegar a los aledaños del Vicente Calderón fue una odisea, y para celebrarlo, nada mejor que un mini de cerveza…o dos…
Por avatares del destino, la cara del dueño del bar, me sonaba, y sí: le conocíamos (los dos "abuelos", claro), entre mini y mini nos contamos batallitas en plan abuelo cebolleta de nuestra juventud.

 El plan era quedar con más amigos , pero llegó el momento de mandar a paseo el “guasap” porque era imposible coordinarnos: unos en pista,otros en grada, era una locura: así que decidimos centrarnos a lo que íbamos: cerveza y rock and roll. El chaval se tomó un refresco, ehhh?

Faltaba algo más de una hora, y se supone que tocaban los teloneros. Como siempre digo y sé que es una falta de respeto: ni me inmuté para ir a verlos, seguimos en la barra del bar…

Media hora después, era el momento para ir avanzando entre las huestes de negro, ataviadas con miles de cuernos luminosos…aderezado con algunos clones de Angus Young con su vestimenta colegial: gorra, corbata , pantalones cortos, americana…una bendita locura!

Ya, a los pies del Vicente Calderón, había mucha confusión a la hora de conocer en que cola debías colocarte, pero daba lo mismo , los “Acdc-supporters” no ibamos a irritarnos por una cosa tan nimia.

Así que despues de media hora de confusión, y como no podía ser de otra manera, había que celebrar el momento de la etrada al recinto con un selfie histriónico...

Al final encontramos el sitio y no pude evitar hacerme la foto con un clon de Angus. Un tipo genial y muy agradable que se hizo el rey del cotarro en mi sector. Todo el mundo se quería hacer una foto con él.
Y es que como dijo Andy Warhol, «En el futuro todos tendrán sus 15 minutos de fama mundial». Mi inesperado amigo clon de Angus, la tuvo, sin duda.

Iba anocheciendo, y subía la temperatura emocional...la multitud de cuernos luminosos resplandencían con todo su esplendor...



EL CIRCO ACDC-DIANO: EL CONCIERTO

Se hizo por fin de noche y a las 22:00 casi en punto, las pantallas se encendieron con un estruendo que desató la histeria: aparecía un meteorito ardiente donde se leía, como no, las iniciales mágicas: AC/DC.

El martillo pilón sonoro comenzaba con el  «Rock or Bust» y que te hacían casi sangrar los oídos con las torretas de sonido compuestas por amplificadores Marshall, que sin duda, habían sido adquiridos en el mismo infierno.
De esta manera, 50.000 almas descarriadas, la mayoría con los mencionados cuernos luminosos, se dejaban arrastrar hacia la perdición de Brian, Angus y cia.

Fue el momento en que comenzaron a llover minis de cerveza de las gradas superiores y no hubiera sido mala idea llevar un impermeable…de AC/DC por supuesto! Pero…a quien le importaba?, estábamos en el infierno y siempre es agradable un poco de refrescante líquido en un sitio donde hace tanto calor.
Os puedo decir sin miedo a equivocarme que si un neófito quiere saber cómo se las gastan estos furibundos aussies,ésta es la gira que se sustenta en multitud de himnos generacionales y auténticos clásicos de la banda.
La verdad, es que hay poco hueco para temas de su último albúm, en un show de 2 horas, y egoístamente,eso se agradece, porque asistir en directo a esos temas que has oído miles de veces en vinilo, video, cassette, Cd, pen drive , etc… no tiene precio.
A partir de entonces, no hubo que esperar mucho tiempo para que sonara el incendiario 'Shoot to thrill' .

Desde la oscuridad más absoluta, emergían relámpagos desde las gigantescas pantallas visuales y comenzó a sonar el celebérrimo riff rítmico del  'Thunderstrucks',


Era el momento donde aparecía como un espectro la diminuta figura de Angus.  Segundos después incorporaba la voz su inseparable Brian, era el momento de hincar la rodilla y comenzar con otro de los himnos de AC/DC

La cosa no iba a bajar de ritmo cuando las campanas de infierno comenzaban a repicar por las perdidas ánimas que estábamos allí. De esta manera comenzaban los acordes del tremendo  'Hell bells' .
Poco después sonó el 'Shook me all night long'…que ritmazo por satanás!

Apoteosica acogida de los asistentes de la genial «Whole Lotta Rosie» cuya gigantesca muñeca hinchable móvil hizo las delicias de los infernales asistentes que allí nos dimos cita.
La noche no podía decaer, era imposible y «Back in Black» sonó impecable. Las cuerdas de Brian se pusieron a prueba en este tema tan dificilísimo de cantar por sus escalas tan elevadas. Como apunte , hay que decir que 'Back in black', dio título al tercer disco más vendido de la historia de la música. Un disco con el que para mí, la banda australiana llegó a su tope creativo. Es inigualable, sin duda.
 Poco después, la interpretación de «Let there be rock» fue delirante, con Angus imitando, como siempre al gran Chuck Berry con sus inacabables saltitos al ritmo de su Gibson.
Angus Young, el angel caído estuvo tocando un “solo”con su satánico instrumento, de 13 minutos, demoledor, emocionante, sublime…de pie, saltando, retorciéndose acostado en el suelo para luego subirse en una plataforma elevadora.
Pasabamos holgadamente la hora y media  y llegaba el postre final, con su guinda incendiaria:
Sonó el himno de los himnos: 'Highway to hell' y todos los parroquianos satánicos que nos dimos cita, sabíamos que terminaríamos de arder…

La traca final, y nunca mejor dicho fue con el grandioso For those about to rock (we salute you)'.
Los cañones del escenarios proclamaban salvas a los presentes, y se liaron a cañonazo limpio que acabaron en fuegos artificiales.
AC/DC recordaba quienes son los reyes del Rock and Roll y a fé mía que lo consiguieron.
El reloj señalaba dos horas de concierto y los 50.000 que estuvimos allí, alucinamos con la energía voltaica de esta super-banda.


PARA FINALIZAR…

LAS GIBSON DE ANGUS


Entre sus Gibson SG podemos destacar una hecha para él a medida que posee incrustaciones en los trastes con forma de la “s” o símbolo de corriente alterna de AC/DC. Sin embargo, la primera que adquirió fue un modelo del 68 en 1973 que aún hoy en día sigue usando. Según declaró en una entrevista realizada por Lisa Sharken, la primera vez que vio una SG fue en un catálogo de guitarras que había traído un compañero de colegio desde San Francisco, “esta es la mía!”, dijo al verla y según él fue la primera guitarra de verdad que tuvo.


Lo que más le atraía en un primer momento era su diseño con los cuernos y el color rojo que le daban un aspecto un tanto diabólica pero después, el doble cutaway que permite fácil acceso a los trastes superiores, el peso ligero y el tono, que siempre ha considerado el adecuado para él.

La casa Gibson, aprovechando la popularidad de Angus, ha puesto en circulación un modelo denominado Gibson Angus Young Signature.


RECIENTE ENTREVISTA A ANGUS:
Os dejo un pequeño extracto de una entrevista a la biblia del rock :Rolling Stone

RS-¿Es cierto que en el estudio a Angus le gusta tocar la guitarra sentado?
 
A- “Sentado, de pie, haciendo el pino: en mi caso todo es posible. Pero incluso cuando estoy sentado, tengo todo el rato los pies en movimiento, el ritmo siempre me atrapa. De vez en cuando toca concentrarse y entonces prefiero sentarme. Hay veces que me pongo nervioso porque no quiero estropearlo”. ¿Coquetería? De ninguna manera. “Quiero sacar lo mejor de mí. A veces también tengo que ponerme de pie, porque comparado con mi guitarra soy un poco pequeño. De vez en cuando tengo que estirarme mucho para conseguir el acorde correcto o la nota correcta”.



A mí también me cuesta creerlo verle sentado…For those about to Rock: we salute you!



Dedicado a Koko: porque los viejos rockeros nunca morimos, viejo amigo, DEP.


Saludos anelkianos


Publicado por @basketatodoritm

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