lunes, 16 de julio de 2018

"CUANDO PEARL JAM ME SALVÓ DEL INFIERNO DEL MAD COOL"


Tenía muchas ganas de ver a Pearl Jam hace mucho tiempo , quizás demasiado, pero no había forma posible. Los de Seattle me eran esquivos para verles actuar desde hacía décadas.
Mi deseo de asistir a uno de sus conciertos, lejos de adormecerse con los años, se había mantenido vivo.
No os oculto que soy uno de esos individuos que iban vestidos con camisas a cuadros, vaqueros destrozados y unas "zapas Converse" sucias que vivió con intensidad en los 90s el nacimiento, eclosión y final del movimiento "grunge", donde sobre todo ,Nirvana y Pearl Jam se convirtieron en eternos.

Estas dos bandas se han hecho leyenda porque como muy bien sabeis, los primeros se disolvieron en lo más alto con la muerte del genial e icónico Kurt Cobain y los segundos porque han sabido trascender con su rock al propio sonido"grunge".

Pearl Jam dura, perdura y perdurará gracias a su icónico"frontman" y cantante Eddie Vedder y a sus magníficos compañeros de banda.

Y el deseo de verles se iba a cumplir cuando hace meses se me daba la oportunidad de acudir a un concierto de los Seattle en Madrid.
Sólo había un gran "pero"... y era que Eddie Vedder y sus compañeros eran cabeza de cartel de la primera jornada del macrofestival "Mad Cool".

Debo deciros que me horrorizaba el planteamiento de ir a un megafestival para que nos trataran como a un rebaño (como así fué).

No obstante , uno que es débil, hice de tripas corazón y cedí a comprar un abono de esos que te dejas los ahorros .
Hacía 11 años que Pearl Jam no acudía a Madrid y ya era el momento de ir a verlos tocar aunque no fuera en un concierto "como dios manda"..


Con este breve intro, os contaré como me encontré atrapado en el Infierno del "Mad Cool"en Valdebebas y como fuí rescatado de sus garras , gracias a esa super-banda llama Pearl Jam. Allá voy:


LAS PUERTAS DEL INFIERNO: BIENVENIDOS A MAD COOL.

A pesar de todas la medidas preventivas que tomé para que no nos la liara el "Mad Cool", íbamos a probar y hartarnos de lo que es una estancia en el infierno que es su DES-organización.

Para mitigar esos efectos venenosos de los macro-festivales , fuimos en moto , evitándonos un gran atasco y no tuvimos que perder el tiempo en un aparcamiento, también decidimos ir 3 horas mas tarde de la apertura de puertas de cola expuesto a un sol de justicia ; aún así, el Mad Cool nos "la lío parda".

Y fue así porque  nos "comimos" una hora de cola de acceso donde el sol todavía zurraba. Por si fuera poco, nos tuvieron hacinados como a ganado porcino, entre vallas , así hasta que no embocaron en el primer control, siendo empujados llegábamos a las puertas del mismísimo averno. Un averno con un nombre "muy moderno". Ahí, en la entrada había un letrero luminoso donde se leía: "Mad Cool".


Exhaustos , nos hicimos la foto de rigor para certificar que habíamos llegado a aquel inframundo.


Os tengo que explicar como es el Infierno "megafestivalero" para los que teneis la cordura de no haber ido a alguno:

Es un lugar muy poco recomendable donde te hacen sufrir, y sufrir sin descanso...  gente tumbada por el suelo por cualquier sitio que pisas sin querer, pocas sombras y mucho mucho calor donde la sed hace estragos.

Así de esta guisa, intentamos pedir cerveza en una cola que nos tuvo 45 minutos en espera!!! Os lo juro, no miento!! Todas las barras en donde servían eran así.

Así que no nos quedó más remedio , que pasarnos más de medio concierto escuchando a la nueva sensación aussie de rock psicodélico, Tame Impala  esperando a la puñetera birra que nunca llegaba.

En fín... al menos con un par de litros de cerveza ingeridos las cosas se veían un poco menos peor. Aunque fuera a precio de oro.

De esta guisa, ibamos recobrando fuerzas , mientras se acercaba el gran momento y había que buscar una ubicación decente para poder escuchar a Pearl Jam que era el verdadero objetivo.

Encontrar acomodo era dificil a priori debido al horrible "mega-mamotreto" instalado en el medio del aforo para alojar a los "megapijoschupiguays" de los ricachones vips: Uno de los grandes negocios del pesetero Mad Cool. Un acomodo VIP de esos que debería valer una millonada.

Al final , conseguimos colocarnos en un sitio cerca de una de las torres acústicas y en frente del mega-pantallón del aforo.
De lo más potable, fuera de la zona de los aledaños del escenario donde los incondicionales estrujados llevaban horas esperando a que saliera Eddie Vedder y su banda.


PEARL JAM NOS RECLAMA DESDE LAS PUERTAS DEL CIELO: EL CONCIERTO.
 
Los de Seattle irrumpieron en el escenario en el momento preciso, como un reloj suizo , arrancando con el oscuro Release. En los aledaños del escenario  olgaban unas lámparas en forma de bolas colgantes creaban un ambiente de introspección.
Pero el infierno no quería despedirse sin un nuevo tormento: la torre acústica que teníamos al lado comenzó a fallar, algo que no dábamos crédito.
El sonido perfecto del principio se convirtió en un música del politono de un móvil. Nos queríamos morir... literal!

Para tranquilizar al querido lector haya llegado a estas líneas, fue poco tiempo, pero este enésimo revés del Mad Cool  casi puede con nosotros.
Sin embargo Eddie Vedder se empeñaba en querer rescatarnos de ese enésimo tormento y todo , como por arte de magia, se solucionó.



A partir de ahí todo fue música celestial para nuestros abatidos ánimos, y nos hizo resurgir de nuestras cenizas.

De esta manera , bajamos de los infiernos y ascendimos a los cielos en muy pocas horas. Toda una experiencia vital.

Y es que Pearl Jam es una banda en la que te hace creer en el rock and roll gracias a su música y su aCtitud en directo.

La voz poderosa de Eddie, los trallazos guitarreros de Mike McCready ,que se ha convertido en todo un virtuoso, y la batería del implacable M.Cameron nos iban a llevar en volandas hacia un concierto antológico.

Con el tema Corduroy apareció un halo de  luz blanca muy poderosa que nos bañaba a las miles de almas presentes. Eddie se animaba e invitaba a corear al respetable.

El frontman de Pearl Jam se acercaba  a sus colegas y parecía que bailaban juntos una especie de danza tribal . Muy a lo Neil Young o a lo Jim Morrison.  Y es que la figura del gran Neil Young estuvo muy presente en el concierto.



Con Even Flow , parecía temblar el suelo. Aquello era la locura:  el guitarrista, Mike McCready, se recreaba en un riff eterno. Los más viejos del lugar , empezamos a tocar nuestra guitarra imaginaria al estilo de los  heavis de los"80s".
No era para menos, y este clásico de los chicos de Seattle se alargó bastante respecto a su versión de estudio. Estábamos entregados a la causa.

Con Jeremy , se antojaba que lo mejor estaba por llegar, ya que una señal divina nos hizo creer que nuestra estancia en el cielo iba a ser verdadera: la brisa apareció en el recinto del Mad Cool y sofocaba el calor de nuestros restos humanos ardientes de emoción y de calor humano.


 Suenan los primeros acordes de Better Man, totalmente reconocibles y nuestra sonrisa parece quedarse ya, hasta el final del concierto. Eddie canta en el escenario tras un monólogo de agradecimiento al público.

Suena la intimista Sirens , que parece  ser que es la canción que más tiempo llevaba el grupo sin tocar: desde marzo. Las aceradas guitarras reverberan con melancolía en el otrora infernal Mad Cool , aparece una gran bola de discoteca, estilo de los 70s  iluminando todo el escenario.



Suena Black y McCready se luce tocando un precioso riff con los ojos cerrados, mirando hacía arriba... pero ...¿qué hay más arriba del cielo?.



Tras ella, llega el preludio de lo que sería el estado de trance para los que estábamos allí: suena la tremenda State Of Love And Trust: grunge en estado puro. Enérgica, demente, implacable.
Eddie baja al foso a mezclarse con los incondicionales; los saluda, los abraza , los mima...

Casi sin respirar , llegan los acordes de un himno grunge:  Rearviewmirror ! Ya nada puede para aquello...




...y suena la mítica Alive que con el estribillo la gente se agarra al que tiene al lado para corearla, como fue en mi caso con mi colega Mariano. !.


Este temazo  fue alargado, como no, por los escarceos de la guitarra de McCready que nos hacía cerrar los ojos y vibrar deseando que aquello no acabara nunca. Eddie  baja de nuevo al foso y se abraza con fuerza a un fan.



Y como broche final y como no podía ser de otra manera , otra vez Neil Young! Eddie y sus chicos realizaban el magnífico cover del inmortal Rockin' in the Free World .Era un poco más allá de la 1.20 horas AM , llegando a las dos horas de actuación.



Eramos felices , muy felices, y la sonrisa boba que teníamos era imposible de disimular. El bendito Eddie Vedder había conseguido lo imposible: rescatarnos del infierno y levitranos a su rock celestial.

Con una sempiterna camisa a cuadros, sus vaqueros desgastados ,su look de tipo muy normal, sus ojos brillantes expresivos, su extraordinaria voz  y su forma de moverse nos llevó de la mano a un sitio precioso tras haber sufrido los horrores del averno del Mad Cool.


Y es que Pearl Jam , es mucho Pearl Jam ya que es una banda que ha trascendido al depresivo movimiento grunge y se ha redimido con el rock de toda la vida, haciéndose incombustible. De esta manera, los de Seattle pertenecen ya, por derecho propio al Olimpo del rock.



Y así fue como Pearl Jam rescató a decenas de miles de sufridos fans del infierno "madcoolero" y abandonamos aquel recinto diseñado por el mismo Mefistófeles.


La mayoría del aforo nos fuimos y dejamos sólos a los que querían ver al grupo Kasabian y no sé que grupo tecno.

Nos montamos en la moto, y tras varios desvíos, obstáculos, rodeos, falta información, atascos,  llegamos a casa, pero ya no nos podía enfadar el Mad Cool. Pearl Jam había vencido al mismo infierno festivalero.

Publicado por @basketatodoritm

Salu2 anelkianos

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