Ya tenía ganas de acabar con la maldición de no poder acudir a conciertos debido al monstruo pandémico. Y no se me ocurría mejor banda para estrenarme que los emergentes Ghost, que parecen predestinados a ser los “herederos” de las bandas de heavy metal de toda la vida.
La última vez que fuí a un concierto fue a darme un homenaje con mis bien-amados The Cult en agosto de 2019! super-banda “hard rock” subestimada hasta la saciedad y ya ha pasado demasiado tiempo que no me doy un buen baño de guitarreos.
Meses antes en Valdebebas pude ver a los reyes del heavy metal: Metallica, como teloneros tocaba una banda que me sorprendió para bien que son los protagonistas de esta entrada: Ghost.
Me dije, tengo que volver a verles en “su salsa” y con su show. Lo que no sabía es que iba a tener que esperar 3 años para ello.
Para ello, había comprado una entrada de “a pie”, es decir en la olla como se suele decir en el argot concertero.
Quería hacer ese esfuerzo de estar de pie un par de horas con una manada de melómanos con la banda sueca que me ha terminado de cautivar con su hit superventas , Impera, un disco completo lleno de reminiscencias y guiños a los clásicos del heavy metal más melódico: Deff Leppard, Kiss, Metallica de la última época, Accept, King Diamond, Alice Cooper, etc...
Su último trabajo "Impera" es una maravilla sonora que hace las delicias de los metaleros más melódicos y que puede servir de introducción al a dicho estilo a una multitud de adeptos más jóvenes para aumentar la “secta” de feligreses a Ghost.
Es evidente que su show y parafernalia gótica es muy atrayente y espectácular: demonios, muerte, referencias oscuras religiosas pero todo con un gran toque de humor...negro!
Y ahí estaba en las puertas de Vistalegre con mucho calor y aunque en la cartelera se anunciaban teloneros muy interesantes yo tenía claro que iba al grano: ver a la banda de Tobias Forge, autoproclamado Papa Emeritus, es decir a los “satánicos” Ghost.
