BASKET A TODO RITMO: "LA FINAL DE COPA DEL REY 2014 "segun @DacostapAlex

Después de que el Madrid se alzase con la Copa del Rey en Málaga, tras una final intensísima y muy disputada, queda una gran alegría en el bando madridista además de la sensación de que se ha hecho justicia con este equipo, ya que es el que más se lo merecía si atendemos a lo que se lleva jugado de temporada.

El partido, como digo, intensísimo. Fue un encuentro muy igualado, con constantes alternativas en el juego -y en el marcador- y un duelo de decisiones tácticas en los dos equipos que ponían continuamente en entredicho la victoria de ambos.

El juego de pick and roll, el rebote y las apariciones estelares, fueron las claves de la final. En otro escalón, Mirotic.

Simplemente madurez, talento y oficio, todo junto en una final apasionante. Al Mirlo blanco sólo le faltó ese tiro final que anotó Llull.

No podía tenerlo todo y el de Mahón, que ha dado un paso al frente este curso (como varios de sus compañeros), se merecía la canasta.

Clave 1: El pick and roll es una jugada que bien ejecutada es imposible de defender.

El Barcelona tiene a dos maestros que lo realizan a la perfección: Huertas, un base excepcional, y Tomic, junto con Krstic, el pívot con más recursos ofensivos del continente.

A pesar de tener bien preparada la defensa para esta previsible situación, Laso no pudo hacer nada por impedir que el ataque del Barcelona encontrase buenas opciones de tiro a través de una acción que el Barcelona utilizó en numerosos ataques y que fue el gran sustento de los blaugranas en el partido.

Clave 2: El rebote. El Madrid fue incapaz de cerrar su aro, reflejo de ello son los 14 rebotes que capturó el Barcelona en campo rival, una cifra llamativa que les permitió llegar a los instantes finales con todas las opciones de ganar, ya que impidieron en buena parte que el Madrid corriese además de minimizar su desacierto en el tiro exterior (25% en triples).

Clave 3: Huertas&Tomic, Rudy y Navarro. Juntos o por separado, Huertas y Tomic estuvieron fantásticos todo el tiempo que pudieron .

(Slaughter supo sacar del partido a Tomic en el tercer período).

El tercer cuarto fue de un nivel excepcional en lo que a intercambio de golpes se refiere gracias a Rudy y Huertas.

El primero, en uno contra uno con penetraciones y un fantástico día en el tiro (19 puntos, 6/9 en tiros de campo, 4/5 en triples, 3 rebotes y 3 asistencias), el segundo, aprovechando la ineficiente defensa del bloqueo y continuación del Madrid.

El brasileño acabó con 15 puntos y 8 asistencias. Navarro 'missing'. Lo peor que se puede decir para un jugador de su nivel.

Clave 4: Nikola Mirotic. Inconmensurable. Aportó en todas las facetas, estuvo presente cuando el equipo lo necesitó (en defensa y en ataque) y puso el colofón a una gran Copa con una final que lo sitúa como referente del baloncesto europeo a día de hoy.

Acabó con 17 puntos, 11 rebotes y 3 tapones, 2/2 en tiros de 2, 2/4 en tiros de tres y 7/8 en tiros libres. Fue la primera piedra en el camino para completar lo que puede ser un gran año, quién sabe si su último año en Europa. Todo hace prever que así será.

El Barsa aún tiene muchos problemas que solucionar: roles, ajustes tácticos y estados de forma. Aún así, llegó en buena disposición a la Copa, sobre todo porque tiene una plantilla de calidad y cuenta con varios jugadores que llevan años en el equipo.

Lo malo es que se va peor de lo que llegó -y de lo que dijo su juego estos 4 días en Málaga-, principalmente a nivel anímico.
Como ejemplo claro de esto último está Papanikolau, al que dicho sea de paso, X. Pascual le hizo un flaco favor en la rueda de prensa posterior a la final mencionando en exceso la última jugada como un grandísimo error (que lo fue). Veremos cuántas secuelas deja esta final al Barcelona.

Las sensaciones que me transmite el Madrid son que puede dar más, que aún en una final competida y dura como la de ayer, bien pudo resolverla un poco antes y no esperar a solucionarla con una canasta milagrosa en el último suspiro.

Se gusta porque se siente poderoso, pero se relaja y se desconcentra, muy poco, casi nada, sin embargo, lo suficiente para pasar grandes apuros en una final. Una victoria que debe servir como recompensa para lo desplegado hasta el momento.